ANTICOPLAS
Recuerde el alma dormida,
Avive el
seso y despierte.
(Jorge Manrique)
que duele más la vida que la muerte,
que hiciste lo posible por dolerte
por ti y por los demás. Ya te adelanto
que no es cierto, que alguna vez el manto
que te cubre -y eso si tienes suerte-
será un colgajo inútil, tan inerte
que no recordarás dónde y cuándo
te vendiste sin más. Hace algún año
te vengo observando. Quebró tu piel,
menguaste el chispazo del pensamiento
y la luz ilumina el desengaño.
Como la imagen de un oso en la miel,
yo soy tu muerte. Y espero el momento.
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