domingo, 24 de mayo de 2020

LOS HÉROES TAMBIÉN PUEDEN CANSARSE


LOS HÉROES TAMBIÉN PUEDEN CANSARSE


JUBILACIÓN DEL MINOTAURO SEXAGENARIO

Todo laberinto esconde en sus tripas
un Minotauro aburrido que busca
sueños nunca soñados,
cazadores de cucos de reloj,
cántaros rotos por lecheras tristes
y algún escenario de cartón piedra.

Todo laberinto esconde en un rincón oculto
banderas que ya a nadie representan,
dolores que dejaron de doler,
manjares olvidados en el congelador
y un corazón que una vez se quebró
y, en mala o buena hora, fue cambiado.

Lo que se echa en falta en los laberintos
son cajas de herramientas y libros de instrucciones.
Con todo, no hay mal que por bien no venga:
¿de qué sirve saber antes de tiempo
que también es mortal el Minotauro?

Mejor será dejarlo libre ahora,
echar la llave de una vez por todas
y marcharse sin hacer aspavientos.








ERRANTE COMO ULISES

                                    A Bahia, poeta enorme, cantor del Sahara traicionado.
               
Aunque se habite en una casa opulenta pero lejana, en país extraño, no hay cosa más dulce que la patria. (Odisea, Canto IX)

No te vayas. En homenaje a Munina — Generación de la Amistad ...
No todos los desiertos se ajustan a la norma
Y no hay ningún manual para salir airoso
Cuando uno es arrojado sin previo aviso
Y el destino final es la noche profunda.

No es bueno recorrer el desierto descalzo,
Solamente al amparo de la arena y el viento.
Hay quien tiene esperanzas de encontrar un oasis,
Compañeros de ruta visionarios, felices.

No podré saber nunca si existía un camino,
Una estrella fugaz, una señal piadosa,
O, al menos, el reflejo de una luz intuida,
Una brújula mágica, un remoto refugio.

No siempre es deseable negar la soledad,
Una vez y otra vez nos despierta la vida
Y, aunque ya no nos duelan, sentir las cicatrices
Del recuerdo que deja conocer los infiernos.

Y es tan dura la noche como breve es el día,
Dormir para volver al punto de partida.
Recubierto de herrumbre, errante como Ulises,
Solo pido un rincón y una noche discreta.


lunes, 9 de marzo de 2020

HALCÓN CIEGO


       
LAS RUINAS DE PALMIRA 

Foto del 2014 de la ciudad de Palmira
Yo volé sobre el campo de batalla,
era un halcón posado en un otero
sobre un risco deforme, bajo el cielo
rojizo de la tarde. La espadaña

me ofreció un nido, oculto en su campana
herrumbrosa  y retumba aún su cuello
negruzco, como la sombra de un cuervo.
Vi que el pudor ocultaba sus lágrimas,

los vi estrellarse contra las alambradas,
los niños desnudos bajo el mortero,
las mujeres veladas en infiernos
de cuerpos dolientes, las amenazas

que derriban puertas, las llamaradas
del guardián de la esperanza, y el fuego…
Nada puede cazar un halcón ciego,
ya renuncié a mi cuerpo y a mi alma.



Resultado de imagen de AVE HERIDA 


MORTALIDAD DEL ÁNGEL

Todo empieza como empieza un sueño,
Un nido donde yace acurrucado
Cubierto de plumón el niño pájaro:
Las canicas por el suelo aún ruedan
Y, en rodillas y manos,
Los caminos del barro,
Los cromos repetidos y el invierno
De la tarde encendida -protegidas
Las manos- por la estufa de butano.

Más tarde, calle abajo,
Se ocultaban las botas militares
Tras la túnica de los Reyes Magos.
Quedan jirones, platos
Resultado de imagen de angel cansadoRotos, algunos añicos de espejo,
Ángeles custodios del baby-boom,
Ese impensado optimismo del tiempo.

Nada que objetar, te curten los años:
No toda escalera llega hasta el cielo.
Y es que vivir atrapa,
Sueños y cansancio
De pantalones cortos, magulladas
Las rodillas y el camino en el barro
Donde un ángel abandonó las alas,
Feliz de ser mortal y estar cansado.