lunes, 9 de marzo de 2020

HALCÓN CIEGO


       
LAS RUINAS DE PALMIRA 

Foto del 2014 de la ciudad de Palmira
Yo volé sobre el campo de batalla,
era un halcón posado en un otero
sobre un risco deforme, bajo el cielo
rojizo de la tarde. La espadaña

me ofreció un nido, oculto en su campana
herrumbrosa  y retumba aún su cuello
negruzco, como la sombra de un cuervo.
Vi que el pudor ocultaba sus lágrimas,

los vi estrellarse contra las alambradas,
los niños desnudos bajo el mortero,
las mujeres veladas en infiernos
de cuerpos dolientes, las amenazas

que derriban puertas, las llamaradas
del guardián de la esperanza, y el fuego…
Nada puede cazar un halcón ciego,
ya renuncié a mi cuerpo y a mi alma.



Resultado de imagen de AVE HERIDA 


MORTALIDAD DEL ÁNGEL

Todo empieza como empieza un sueño,
Un nido donde yace acurrucado
Cubierto de plumón el niño pájaro:
Las canicas por el suelo aún ruedan
Y, en rodillas y manos,
Los caminos del barro,
Los cromos repetidos y el invierno
De la tarde encendida -protegidas
Las manos- por la estufa de butano.

Más tarde, calle abajo,
Se ocultaban las botas militares
Tras la túnica de los Reyes Magos.
Quedan jirones, platos
Resultado de imagen de angel cansadoRotos, algunos añicos de espejo,
Ángeles custodios del baby-boom,
Ese impensado optimismo del tiempo.

Nada que objetar, te curten los años:
No toda escalera llega hasta el cielo.
Y es que vivir atrapa,
Sueños y cansancio
De pantalones cortos, magulladas
Las rodillas y el camino en el barro
Donde un ángel abandonó las alas,
Feliz de ser mortal y estar cansado.


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